Dannenberg vive solo en el bosque. Su vida consiste en recorrer los alrededores, cazar, alimentarse... y detenerse junto a dos tumbas coronadas por un círculo de madera. Presiente que alguien está por llegar. Alguien que quebrará la rutina. Y así sucede: pronto aparece una joven pareja. La relación con ellos empieza bien, en teoría: normal, pero no tardará en deteriorarse. La tensión se volverá insoportable y todo desembocará en desesperación, sangre, horror, muerte.
Oriundos de Comodoro Rivadavia (Chubut, provincia boscosa si las hay), Pablo Siciliano y Eugenio Lassere debutan en el largometraje con esta premiada co-producción entre Argentina y México, basada en climas opresivos y en destacadas actuaciones. No por nada fue descrita, en su momento, como un “thriller en un laberinto de árboles”.
Al igual que clásicos como La violencia está en nosotros (Deliverance, 1972), esta película demuestra que a veces es mejor no salir de la ciudad. Que en los bosques —en El Bosque (2009)—, no existen leyes. Que estamos en territorio de la Bestia.
El Bosque ya tiene copia en 35mm y, notable privilegio para un film nacional de género, prepara su salida al circuito comercial.
Matías Orta
