Las mejores obras de género del cine nacional en 16 y 35mm!
El festival Buenos Aires Rojo Sangre, junto al cineclub La Cripta, presentan un fin de semana para recuperar algunos clásicos del género nacional ¡En fílmico!
El 23 y 24 de julio a partir de las 18, en la sala 1 del Centro Cultural San Martín. Sarmiento 1551. CABA
Entrada libre y gratuita.
Sábado 23 de julio 18 horas
Historia de Crímenes (Manuel Romero, 1942)
Entrados los años ‘40 Narciso Ibañez Menta era una consagrada figura del teatro. Si bien recorría las tablas desde su más tierna infancia y su enorme versatilidad lo podía llevar a puestas tan variadas como La muerte de un viajante de Arthur Miller o Luz de gas de Patrick Hamilton, sus protagónicos en obras como Doctor Jekyll y Mr. Hyde o el El fantasma de la ópera lo habían catapultado como un maestro de la caracterización y especialista en personajes oscuros, siguiendo los pasos de su admirado Lon Chaney.
Por todo eso no sorprende que al momento de ser convocado por los Estudios Lumiton para ingresar al mundo del cine la oferta fuera con papeles tan retorcidos como requerían sus antecedentes. Firmó un contrato por dos películas, la primera fue la terrorífica Una luz en la ventana. La segunda fue Historia de Crímenes, también a cargo de Manuel Romero, famoso por sus rodajes ultrarápidos y no demasiado cuidadosos. Aquí estamos frente a un melodrama donde Narciso Ibañez Menta interpreta a un anciano y conservador banquero que cae en las garras de una ambiciosa bataclana (la gran Zully Moreno) que lo lleva primero a perder su fortuna, luego su honestidad para, finalmente, emprender una serie de asesinatos. Su plan sangriento podría ser perfecto si no fuera por un émulo de Sherlock Holmes (Severo Fernández) que desde el principio nota algo sospechoso.
Si bien Historia de Crímenes está lejos de la propuesta macabra de Una luz en la ventana, tiene sus valores, especialmente en la caracterización de Ibañez Menta, quién se las arregla para verse notablemente avejentado sin siquiera –al momento del rodaje– haber cumplido los 30 años.
Sábado 23 de julio 20 horas
Tiempo de revancha (Adolfo Aristarain, 1981)
Toda su película tiene su contexto y el contexto de Tiempo de revancha es el de la dictadura más sangrienta de la historia argentina. Rodada en esos años oscuros hay todo un subtexto en lo que se dice y, aún más, en lo que no se dice, que nos hace preguntar cómo pudo zafar de la censura del momento una trama que deja traslucir la persecución política, el exilio interno, la corrupción, los Ford Falcon y la represión y, sobre todo, el silencio.
Tiempo de revancha es la historia de Bengoa (Federico Luppi), un dinamitero con cierto pasado de lucha sindical, que va a trabajar a una mina propiedad de una oscura multinacional. Allí encuentra a Di Toro (Ulises Dumont), un viejo compañero de lucha, que ofrece una arriesgada propuesta para estafar a la empresa, ganar unos mangos y –fundamentalmente– tomarse revancha de un sistema que los acorraló.
Con Tiempo de revancha Adolfo Aristarain logró hacer uno de los mejores thrillers del último medio siglo del cine argentino, con un Luppi entregando una interpretación inolvidable y con una escena final que nos deja una de las imágenes más potentes de la historia del cine.
Domingo 24 de julio 18 horas
Fascinación (Carlos Schlieper, 1949)
Dueño de una amplia filmografía, Carlos Schlieper es fundamentalmente reconocido por sus comedias de temáticas picantes y diálogos chispeantes como El retrato (1947) o Cita en las estrellas (1949). En Fascinación muestra un registro totalmente diferente, con la historia romántica de una pareja de hipnotizadores de feria que de a poco vira hacia lo inquietante al momento en que la chica (Elisa Christian Galvé) empieza a sospechar que en realidad no ama a su coequiper (el mexicano Arturo de Cordova) si no que solo está bajo su influjo magnético. El film pasa a otra dimensión cuando aparece el Profesor Fassman (un hipnotista de carne y hueso –por lo que se ve en pantalla, mucho más hueso que carne– suerte de Tu-Sam de la época) e intenta demostrarle a la Galvé su nivel de sugestividad. El resultado es una pesadillesca escena con uno de los mejores efectos especiales de la historia del cine nacional, con la chica trepando por los muebles y el profesor, imperturbable, hundiéndose en el agua.
Domingo 24 de julio 20 horas
El Crimen de Oribe (Leopoldo Torres Ríos y Leopoldo Torre Nilsson, 1950)
A comienzos de los años ´40 Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo lanzan su Antología de la literatura fantástica, que no solo era una compilación de relatos si no, y fundamentalmente, un manifiesto programático para reivindicar un tipo de literatura, en ese momento, considerado un género menor. Poco tiempo después estos autores y ese género pasarían a ocupar un lugar canónico en nuestra literatura.
Paralelamente Leopoldo Torres Ríos venía del gigantesco éxito de Pelota de trapo (1948), por lo que Estudios Mapol le dio carta blanca para rodar lo que quisiera. El veterano director levantó un proyecto de su hijo, Leopoldo Torre Nilsson un joven inquieto y con ambiciones literarias, quien al momento solo tenía en su haber un cortometraje. Entre ambos llevaron a la pantalla un relato del propio Adolfo Bioy Casares, El perjurio de la nieve, la historia de un misterioso danés que en una remota casona de los bosques de Chubut logró detener el tiempo con la pura fuerza de la voluntad. Luego de setenta años, todavía se lo considera una de las grandes obras del cine fantástico nacional y, quizás, uno de los pocos films nacionales que puede establecer un diálogo serio con los postulados de aquella antología iniciática.
Las películas se exhiben en viejas copias en fílmico, algo golpeadas por los años, en parte para recuperar el placer de ver cine en su formato original, en parte para concientizar en la necesidad de crear una Cinemateca Nacional que preserve y exhiba nuestro cine en formato fílmico.
Antes de cada proyección se verán los indispensables episodios de Sucesos Argentinos y todo tipo de variedades.
El 23 y 24 de julio a partir de las 18, en la sala 1 del Centro Cultural San Martín. Sarmiento 1551. CABA
Entrada libre y gratuita hasta agotar localidades.
